Hace mucho que no escribía… bloggear realmente me quita mucho el
tiempo al igual que muchas otras cosas.
Soy de fácil sabotaje y me distraigo con cualquier tontería social
montada en las redes internáuticas de cercano alcance.
Esto es como todo, habrá
gente que le guste mi opinión y habrá quien le guste Paulo Coelho... tú eres lo más súper wow del mundo, puedes lograr tus metas, la luz llegará a ti y la
verdad es... que sí no le das al apagador jamás se hizo la luz.
Cuestión de gustos, a mí las
palmaditas de espalda no me gustan, pero resulta que navegando por ahí me
encuentro con la fabulosa noticia de que los comercios de Madrid ya están
autorizados para abrir 24 horas al día los 365 días del año, lo cuál me parece
un acto completamente racional para integrarse al progreso laboral.
Mi querida y estimada
Esperanza Aguirre como buena mujer trabajadora, ama de casa y esposa, ha tenido
la brillante idea de poner en vigor la nueva “Ley de Dinamización del Comercio”
lo que significa; que todas las tiendas de la
región tienen libertad absoluta para establecer libremente su horario de venta
al público, abrir y cerrar cuando quieran, así llueva, truene o relampagueé.
Obvio hay quien ha pegado el grito en el cielo, se
les cayó el café, la baba y demás que estaban bebiendo y lanzando los
siguientes cuestionamientos se atragantaron, motivo por el cuál me he atrevido
a contestar:
1.- ¿Pero como es posible que se trabaje más?
En primera cada uno trabaja como quiere y lo que
quiere, en segunda muchos de los que están rascándose el ombligo en casa
cobrando el paro tendrán la oportunidad sí quieren y les apetece de trabajar e
incorporarse a uno de estos comercios en Pro del progreso y dejar de estar quejándose.
Y en tercera es obvio que no van a trabajar más,
trabajaran las horas estipuladas por la ley, y las extras serán
remuneradas.
2.- ¿Esto va a perjudicar al trabajador?
No va a perjudicar al trabajador, desgraciadamente
“La Nueva Reforma Laboral” es otra cosa que no tiene que ver directamente con “Ley de Dinamización del Comercio”.
El trabajador se perjudica
solo cobrando el paro y trabajando en negro, aceptar este tipo de tratos que va
en contra de los derechos de los trabajadores nos hace más vulnerables y por
supuesto victimas de nuestros jefes. Y quién se trabaje a un negro pues ese no es mi problema, cada quien se trabaja lo que quiere y como quiere, ya saben que los trapitos sucios se lavan en casa.
Supongamos que no existiera
el paro… ¿habría que buscarse la vida no? generar sí o sí un trabajo,
inventarlo, ser emprendedores, creativos… sobrevivir a como de lugar, tal vez
nos quejaríamos menos, a lo mejor no habría una crisis detrás de una economía
costumbrista.
Hay que verlo por el lado
bueno, el trabajo es una estabilidad, la tranquilidad suprema, si quieres trabajar el fin de semana o los festivos, seguramente viviras mejor, ganaras
más dinero, cotizaras un poquito más y tendrás de sobra para tus chicles.
3.- ¡No podremos estar con nuestras familias!
Las personas que pasan el fin de semana con sus
familias o amigos y que trabajan una barbaridad porque afortunadamente no están
en paro y por consecuente ganan un sueldo en condiciones o no, tendrán la
oportunidad de salir de Shopping con
los hijos y tranquilamente comprar los zapatitos, tomar el helado, la cervecita,
ir al cine, en fin, todas esas cosas que cuando uno trabaja entre semana como
maquina de feria, no se pueden hacer porque esta cerrado.
Por otro lado sí estás viendo que tienes que pagar
la casa, el coche, o estás endeudado hasta las narices, te faltan unos cientos
de eurillos para comprarte esa moto que tanto deseas, o tu churri quiere sí o
sí ese bolso Carolina Herrera que tanta ilusión le hace y no estas dispuesto a
que MasterCard lo pague, o a lo mejor tienes hijos y
quieres que a tus hijos en lugar de llevarlos a la Warner, te apetece llevarlos de
premio a Euro Disney porque son súper estudiosos… pues por todas estas razones para bien o para
mal, sea por amor, capricho o necesidad, trabajas el doble, abres el negocio sí
es necesario 365 días del año aunque tengas que contratar una persona. Seguramente el beneficio será el doble, la sonrisa de tu hijo habrá valido la
pena y la noche de buen sexo que te dará tu churri por comprarle el bolso ultra
mega de moda, no tendrá precio y ya no te digo el paseo en moto que te vas a
pegar por trabajar un poquito más y presumirla con tus cuates.
4.- ¿Nos van a cambiar el horario laboral?
Obvio que va a cambiar el horario laboral, sí cuando
uno trabaja y le pagan se hace lo que dice el jefe, por algo es el jefe o el
dueño. Y sí tienes un negocio pues es como todo... zapatero a tus zapatos. Sí
quieres salir de la crisis, lo único que nos queda es trabajar, nadie ha dicho que
las cosas son fáciles o gratis en la vida.
Ningún millonario se hizo rico por cobrar el paro o rascarse el ombligo.
5.- ¿Los grandes comercios se van a comer a los
pequeños?
Está es una pregunta muy interesante, porque estamos
viviendo en España un momento económico muy crítico, debido a varios factores
que venimos cargando desde hace muchos años y que han repercutido preponderantemente
en la sociedad.
Vivimos en una sociedad costumbrista, una sociedad
de vida cómoda y fácil, dormimos la siesta, bebemos mucha cerveza y buen vino.
Siempre tenemos la seguridad de que si nos echan del curro, tendremos el paro
para pagar las tapitas y los chicles.
No hay prevención, no hay ahorro, por lo mismo no
hay un respaldo económico como los grandes países desarrollados.
España es un país con recursos limitados, pero los
pocos grandes recursos que tiene no son explotados objetivamente, no existe una
apertura de mercados que logre crear un intercambio internacional de libre
comercio.
Mi querido publico conocedor hay veces que creo que
vivimos en la era del hielo, hay más cosas en el mundo que deberíamos tener
aquí o que deberíamos conocer o que muchos necesitan de nosotros.
Se que da miedo salir a vender al mundo, da pavor
abrir las puertas a las grandes empresas internacionales que buscan llegar en
su expansión a estas tierras castizas por el temor de que las nuevas propuestas
les coman el mercado, pero eso, eso se llama crecimiento.
El desarrollo de un país se basa en el consumo y la
apertura de mercados, en la libre elección, el coste de oportunidad en la
economía es elegir nuestra primera mejor opción, todo aquello que nos parece
correcto, apto para nuestras necesidades, en precio, calidad y producto. De
igual manera en alguna parte del mundo alguien tendrá lo que España produce, y
el producir no es solo un producto, es todo; tecnología, creativos,
profesionales, en fin somos un mundo, y estamos metidos en el cuerpo de un toro
y ha llegado la hora de curtir al toro.
Retomando los recursos limitados, tenemos la gran
bendición de que España es un país de servicios, podría decir que no hay país
tan bien organizado en este sentido, con una red de comunicaciones fascinante
que cada turista que llega lo ve todo tan limpio, un metro alucinante, los
autobuses impecables, esto es España un país cargado de historia, cultura y
pasión.
Un país que es punto clave para el paso del comercio
internacional, y sede de grandes congresos multinacionales, estamos prestando
un servicio, vivimos del turismo y el turismo necesita que existan comercios
abiertos y servicios los 365 días del año y si es posible 24 horas, para
generar una liquidez compensatoria.
Son servicios de primera necesidad, que cualquiera
de los 11 países con mayor crecimiento del PIB los tienen; Estados Unidos,
China, Japón, India, Alemania, Reino Unido, Rusia, Francia, Brasil, México, Canadá.
Pero resulta que la gente en estos países no cobra
el paro, trabajan más de ocho horas y no duermen la siesta porque no cierran al
medio día sus negocios. Y muchas personas trabajan horas extras, para
generar más dinero de acuerdo a sus necesidades o ambiciones.
Lo que me lleva a pensar que tiempo perdido es
dinero perdido y en referencia a la pregunta, no importa sí el comercio es
grande o pequeño, lo importante es el servicio y que la calidad y precio sean de
acuerdo a nuestro coste de oportunidad, somos consumidores variables, y siempre
nuestra primera mejor opción será lo que nos apetezca en un momento
determinado.
En conclusión:
Esto no es un “Capitalismo Salvaje”, como se ha
dejado caer por ahí, “La Ley de Dinamización del Comercio” es una invitación a
todo aquel que quiera generar más liquidez, trabajo y por supuesto a no
conformarse con lo que tiene.
Es un empujoncito a vivir
mejor, generar empleo y que la oferta y la demanda encuentren un equilibrio.
Y obviamente el que trabaje a tope será más rico y
el que trabaje menos, más pobre.
Yo estoy encantada, eso de
salir del trabajo a las 19:00 en punto y tener una o dos horas para visitar 2
tiendas y probarte las cosas como si te persiguiera la niña del aro y que luego
por no hacerlo tranquilamente hay que ir a cambiarlo, para mí sinceramente es un estrés, prefiero
irme a una terracita o llegar a casa, ponerme un vino, preparar la cena, leer un
libro mientras Doña Lavadora hace la colada, pero tengo la seguridad, de que el
Sabadibis puedo llevar a mi ahijada tranquilamente a comprar su piscinita y
verla sonreír cuando la elija.
No más turistas tristes en
los millones de puentes de la Comunidad de Madrid, los turistas que gasten su dinerito, que
para eso vienen.
Hay cosas en está vida que no
tienen precio y a mi sinceramente me encanta el Shopping con armonía y sin
presión. Además tener un día festivo y
que todo se encuentre cerrado cuando es uno de los pocos días en que puedes
hacer millones de cosas… es completamente depresivo.
La necesidad de un Metro
24hrs, millones de turistas que salen por ahí, madrileños que regresan a
casa de la fiesta y el autobús no llega donde llega el metro, estudiantes, y
muchas madres preocupadas por que sus hijos lleguen bien a casa sanos y salvos,
los empleos que generaría un horario nocturno, en fin… ya se que es mucho
pedir, pero Esperanza... te sacarías un DIEZ.
Y que tal cuando terminas la
fiesta y mueres por comerte algo delicioso y todos los buenos restaurantes
cerrados. Supongo que los famosos
restaurantes Glam 24hrs que existen
en las grandes capitales del mundo ahora sí les valdrá la pena invertir en este
país, ¿tendremos un “Au Pied de Cochon”
en Madrid?
Siempre tuve Esperanza en que
esto cambiaria algún día y que Madrid fuera una Capital Cosmopolita, como New
York, Paris y México.